Realizar un examen es un momento importante en la vida de cualquier persona.
Ya sea la Selectividad, unas oposiciones o cualquier otro tipo de evaluación académica, puede producir nerviosismo y ansiedad en la mayoría de la gente. Y es que, cuando estamos frente a una prueba de este tipo, nos jugamos mucho y queremos hacerlo bien.
Pero, ¿qué podemos hacer para evitar esos nervios que pueden jugarnos una mala pasada en un momento tan crítico?
En este artículo te traemos algunos trucos para que puedas enfrentarte a tu examen de la mejor manera posible.
Estar preparado…
Lo primero que debes hacer es estar preparado.
Si has estudiado lo suficiente, tienes un buen control del temario y conoces las estrategias necesarias para afrontar el examen, entonces estarás más seguro de ti mismo y eso te ayudará a reducir la ansiedad. Por eso es importante tomarse el tiempo necesario para repasar y prepararse con antelación.
Actitud positiva
Otro truco para reducir los nervios es mantener una actitud positiva.
Piensa en el examen como una oportunidad para demostrar todo lo que has aprendido hasta el momento.
Si te centras en lo que puedes ganar y no en lo que puedes perder, estarás más relajado y podrás concentrarte mejor en el examen.
Controlar la respiración
También es importante controlar la respiración.
Cuando estamos nerviosos, solemos respirar de forma superficial y rápidamente, lo que dificulta la oxigenación del cerebro y nos hace sentir más ansiosos.
Por eso, dedica un momento a respirar profundamente antes del examen.
Inhala lentamente por la nariz, retén la respiración durante unos segundos y exhala suavemente por la boca.
Repite este proceso varias veces y notarás cómo disminuyen tus niveles de estrés.
¡No rendirse!
Y, por último, no te rindas ante los nervios.
Todo el mundo siente nervios antes de un examen, es algo natural. Pero lo importante es no permitir que esos nervios te paralicen.
Recuerda que lo peor que puede pasar es que te equivoques en alguna pregunta o que no alcances la puntuación que esperabas, pero el mundo no se acaba por ello.
Lo importante es que hayas hecho todo lo que estaba en tu mano y que sigas adelante con la cabeza en alto.
Conclusiones…
Así que ya sabes, si tienes un examen pronto, no dejes que los nervios te derroten. Prepárate bien, mantén una actitud positiva, controla tu respiración y no te rindas nunca. ¡A por todas!
