Consejos en una entrevista de trabajo para estar más relajado/a
Es posible que hayas hecho frente a una entrevista de trabajo en la que has pasado ciertos nervios o que lo tengas que hacer en un futuro.
Sea como sea, estamos hablando de una situación importante, en la que te juegas tu futuro profesional y, por tanto, vale la pena preparar dicha entrevista, sobre todo si eres una persona nerviosa.
Debes coger el volante e intentar hacer que el “interrogatorio” se convierta en una charla amistosa, en la que ambas partes participéis de forma relajada, mostrando lo mejor de uno mismo.
¿Cómo conseguirlo?
Te mostramos a continuación, algunos consejos de la Consultora Hays:
- Investiga a la empresa y entrevistador previamente: gracias a internet, es fácil obtener info previa de la empresa (sus valores, cultura, etc.) así como, al menos, el nombre del entrevistador/a. Obtén todo lo que puedas al respecto para familiarizarte y estar más relajado/a.
- Calma y tranquilidad: intentar estar tranquilo/a es importante. Intenta lograrlo haciendo preguntas al entrevistador sobre inquietudes que puedas tener. También te ayudará el tener respuestas preparadas y centrarte en aspectos positivos. Por otra parte, recuerda que quien tienes delante es una persona “normal” como tú.
- Comunicación no verbal: con tus gestos, posturas y mirada también transmites información, siendo esto tan importante como lo que digas en si mismo. Sentarse correctamente, mantener la mirada y un buen apretón de manos al inicio y final, sin duda, serán puntos muy a favor para ti.
- Empieza hablando de ti: siempre con una sonrisa lo más natural posible desde el momento que entres, preséntate de forma positiva, destaca tus logros de tu CV, tus habilidades. Todo ello con un tono firme y seguro.
- No interrumpas: debes evitar por todos los medios interrumpir al entrevistador. Además de ser algo que demostrará poca educación, hará que la conversación sea más pesada e incómoda. Si tienes algo que puntualizar o decir, espera a que la otra persona termine.
- Adulación: un poco de adulación nunca irá mal para crear un buen vínculo, aunque tampoco es bueno pasarse.
- Pregunta después de contestar: “muletillas” del tipo “espero haberme explicado bien”, “no sé si me explico”, “espero haber contestado a tu pregunta” en momentos puntuales, indica que te esfuerzas para mantener una buena conversación.
- Responde con frases largas: intenta responder proactivamente dando el máximo de detalles que puedas. Así evitarás también momentos de silencio incómodo. Observar el lenguaje no verbal del entrevistador cuando des una respuesta larga te ayudará a ver si lo que estás explicando es de su interés o si quiere que le expliques más cosas.
- Pon ejemplos: cuando expliques qué hacías en anteriores empresas, describe claramente lo qué hacías y detalla los resultados que obtenías con tu plan de acción, cómo interactuabas con otros departamentos o compañeros. Pon casos concretos de éxito.
- Sinceridad: sé sincero con tus respuestas, sé humilde y aplica, en la medida de lo posible, inteligencia emocional. Siendo tú mismo/a, transmitirás mayor confianza y conectarás mejor con el entrevistador.
- Pregunta durante la entrevista: no esperes hasta el final para preguntar cosas (que DEBES hacerlo para mostrar interés). Hazlo durante el proceso, pero siempre que sean relevantes y, lo dicho, nunca interrumpiendo al entrevistador.
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