Selección de personal

En una entrevista, ¡sonríe!

Cuando una empresa realiza un proceso de selección para un puesto en su Organización define a priori su candidato ideal. Algunas valoran por encima la experiencia del candidato, otras la formación y, otras, ambos aspectos por igual.

Una correcta presentación presentación del Currículum Vitae es clave ya que es lo primero que ve una empresa de ti sin conocerte. Por tanto, lo lógico es pensar que, con ciertas variaciones, los candidatos/as seleccionados para una primera entrevista, tienen un nivel similar en cuanto a formación y/o experiencia.

Así es que, superado este primer filtro y llegado el momento de la entrevista personal, las empresas tendrán en cuenta a la persona en sí… Cómo actúa, como responde, su forma de vestir, como se comporta, etc.


LA ENTREVISTA PERSONAL


Hay una amplia bibliografía que te explica cómo superar las entrevistas de personal. Vaya, es muy difícil aquí hacer un resumen, pero sí queremos darte unos puntos clave que esperamos que puedan ayudarte…

  1. Si llegas a la cita y te hacen esperar: no dice mucho en favor de la empresa, de entrada, pero ¡Que te encuentren haciendo algo! Consultando la agenda, escribiendo algo, realizando alguna llamada (ideal que parezca de trabajo o algo importante). Demuéstrales que tu tiempo es oro, que eres una persona activa y proactiva y que no desperdicias el tiempo.
  2. Si tienes la oportunidad que vengan a buscarte para llevarte a una sala, por poco que puedas, haz un gesto suave con la mano para que entren ellos primero. ¡En todas las culturas es símbolo de poder! Esto con un tono de “por favor” ya es media entrevista ganada.
  3. El saludo… Es recomendable dar la mano firmemente (¡sin pasarse!) y, aunque parezca una tontería, sin que esté sudada. Demuestra seguridad.

 

Durante una primera entrevista, es habitual hacer un repaso de tu CV: tus estudios, experiencia laboral y datos personales. Nunca expliques sin más lo que aparece escrito en él. Lo que ya está escrito lo pueden leer ellos mismos si no lo han hecho ya. No es tan importante hablar de lo que está escrito sino ¡el cómo lo transmitas!

  1. Enfatiza, recalca aquellos puntos importantes, sorpréndeles con logros o valor añadido aportado en cada puesto o qué te motivó a estudiar lo que hayas estudiado.
  2. ¡¡¡Véndete!!! Al fin y al cabo, un proceso de selección es una “competición” en la que tienes que destacar más que el resto de candidatos/as.
  3. Prepárate algunas respuestas ante preguntas que suelen hacer. Es posible que te encuentres ante preguntas un tanto personales o de difícil respuesta si “te pillan en frío”, tales como:
    1. ¿Cuáles son tus valores?
    2. ¿Qué mejorarías de ti?
    3. ¿Cómo te defines?
    4. ¿Cuáles son tus 3 principales puntos fuertes? ¿Y débiles o a mejorar?
    5. ¿Cuál es el último libro que has leído? ¿O película? Ojo con esta pregunta… No les importa qué libro o película en si hayas visto sino que se harán una idea de qué tipo de persona puedas llegar a ser por haber visto / leído esa obra y no otra.

Tal y como te decíamos, un proceso de selección es como una venta… Por tanto, cuidado con las respuestas. La sinceridad suele valorarse positivamente, pero debes tener en cuenta una cosa: la persona que tienes delante puede tener prejuicios. Por ejemplo, ante la pregunta “¿cuál es la última película o serie que has visto?”, si tienes delante una persona de cierta edad con un look clásico, no parece muy recomendable responder con “Hijos de la Anarquía”, ¿no? Prepárate algunas respuestas “neutras” o que no puedan perjudicarte.

Tener un buen argumentario preparado te dará agilidad en las respuestas. Notarán en ti fluidez, seguridad en ti mismo/a, firmeza…

 

Y llega el momento de la despedida…

Pongamos que la entrevista haya ido bien, con fluidez, causando una buena sensación. Pues bien, el despedirse es igual de importante. ¿Cómo puedes cerrar la entrevista perfecta?

  1. Ciérrala tú. Pregunta tú algo, que vean que tienes interés. No te vayas sin hacer algunas preguntas, ya sea del puesto o de la organización.
  2. Al igual que tu entrada, intenta salir de la sala el último/a, acompañando con la mano de forma suave.
  3. Vuelve a dar la mano firmemente y agradece el tiempo y atención dedicados.

 

Y por último y no menos importante, SONRIE de vez en cuando o cuando la situación lo propicie, sin fingir ni sobreactuar en exceso. ¿A quién no le gusta hablar con alguien que transmite “buen rollo” y con una actitud positiva que te alegra el día?


Artículo Firmado por: Staff Cursos Ok


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